El vocablo latino 'serenĭtas' llegó a nuestro idioma como serenidad. Se trata de la característica de aquel o aquello que está o que es sereno. Este término (sereno), por su parte, puede emplearse como adjetivo para calificar a quien se encuentra tranquilo, relajado o reposado.
El concepto de serenidad suele asociarse a la capacidad de una persona para actuar de manera racional y templada en todo momento. El sujeto que es sereno, de este modo, no se deja llevar por los impulsos ni por las emociones.
Esta semana reflexionamos sobre la 'serenidad' con estas frases célebres:
«La serenidad es fruto de la sabiduría»
Doménico Cieri Estrada
«Vísteme de hermosura el pensamiento, serenidad, perennemente unida al árbol de mi vida a contra viento»
Blas de Otero
«Señor, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para poder diferenciarlas»
Reinhold Niebuhr
«Es poderoso el hombre sereno»
Doménico Cieri Estrada
«La vida no se trata de maximizar todo, hay que dar luz, espacio, forma, serenidad y alegría»
Glenn Murcutt
«Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros»
Confucio
«Porque la serenidad en medio de la desgracia, y la gracia en medio de la tortura, no son sólo resignación; son también actividad y encierran un triunfo positivo»
Thomas Mann
«La serenidad es una de las formas de la felicidad, y puede existir en ausencia de placer. El placer nos lo da el cuerpo, la felicidad es armonía en nuestra persona»
Albert Jacquard
«Agradeceré busquen siempre las cosas que les unen y dialoguen con serenidad y espíritu de justicia sobre aquellas que les separan»
Adolfo Suárez
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