Franklin Roosevelt nació el 30 de enero de 1882 en Hyde Pak, Nueva York, en el seno de una familia adinerada, lo que le permitió viajar frecuentemente y aprender alemán y francés.
En 1900 finalizó su educación en el colegio Groton e ingresó en el Harvard College, donde realizó cursos de economía y se graduó en artes en 1904.
Posteriormente Roosevelt estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia, finalizando sus estudios en 1907.
En 1910 fue elegido senador y tiempo después gobernador de Nueva York (1928-1932).
La crisis económica de 1929 y el conjunto de medidas económicas que propuso para actuar de forma enérgica sobre lo que se consideraban las causas de la crisis (conocidas como "Nuevo trato") le hicieron ganar la confianza de los votantes en las elecciones de 1932, siendo presidente por cuatro mandatos (1933-1945).
El Nuevo trato (New Deal) se desarrolló entre 1933 y 1938 con el objetivo de sostener a las capas más pobres de la población, reformar los mercados financieros y re dinamizar una economía estadounidense golpeada por la Gran Depresión (1930).
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y tras el ataque japonés a Pearl Harbour (1941), Franklin Roosevelt ordenó la intervención norteamericana en la guerra.
Partidario de la vía diplomática, firmó acuerdos para lograr el entendimiento pacífico entre países y promovió la creación de la Organización de las Naciones Unidas.
La participación de su esposa Eleanor Roosevelt (1884-1962), considerada una de las líderes que más ha influido en el siglo XX, fue sumamente importante en su carrera política.
Roosevelt falleció el 12 de abril de 1945 en Warm Springs, Georgia. Hoy lo recordamos con algunas de sus mejores frases:
«En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada.»
«Existen tantas opiniones como expertos.»
«Siempre se debe preferir la acción a la crítica.»
«La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro.»
«No es suficiente con sólo querer, te tienes que preguntar qué es lo que vas a hacer para obtener lo que deseas.»
«Creo en el individualismo... Pero solo hasta cuando el individualista empieza a medrar a expensas de la sociedad.»
«He visto la guerra y la he odiado. Digo esto una y otra vez. Espero que Estados Unidos se mantenga fuera de esta guerra.»
«Aquí está mi principio: Los impuestos se percibirán de acuerdo a la capacidad de pago. Esa es el único principio americano.»
«La nación que destruye su tierra, se destruye a sí misma. Los bosques son los pulmones de nuestra tierra, purificar el aire fresco y dar fuerza a nuestro pueblo.»
«La prueba de nuestro progreso no es que aquellos que tienen mucho, tengan más, sino que aquellos que tienen demasiado poco tengan más.»
«La confianza... Prospera en la honestidad, el honor, en el carácter sagrado de las obligaciones, sobre la protección y la fidelidad desinteresada en el rendimiento. Sin ellos no puede vivir.»
«Los hombres no son prisioneros del destino, sino sólo prisioneros de sus propias mentes.
«Cuando llegues al final de tu cuerda, haz un nudo y aguanta.»
«Pido que me juzguen por los enemigos que he hecho.»
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