Golding se formó en la prestigiosa universidad de Oxford, y aunque varios años de su vida estuvieron vinculados al teatro tanto en la actuación como en la escritura, prefirió la enseñanza como profesión. Fue así que dictó seminarios de lengua inglesa en la universidad en la que estudió y se dedicó a ser maestro de escuela.
El maestro que soñaba ser poeta, sin embargo, cambió radicalmente de rumbo al alistarse en la Marina durante la segunda Guerra Mundial, esta experiencia que le permitió graduarse como teniente, también lo hizo partícipe en eventos como el desembarco de Normandía, los cuales de alguna forma influyeron en sus escritos.
Aunque ya había publicado a partir de 1934, no fue no fue sino hasta 1954 con la publicación de su obra El señor de las moscas que realmente se inicia su incursión formal en la literatura. Según algunos entendidos, esta obra se basa en la experiencia del propio autor durante la guerra y es capaz de mostrar cuan crueles pueden llegar a ser los seres humanos como parte de sus características innatas. Las siguientes creaciones del autor, también están cargadas de alegorías al bien y el mal, y las situaciones extremas que llevan al ser humano a enfrentar la dualidad de lo bueno y lo malo.
Entre las otras obras de Golding que entran en la misma línea están: Los herederos (1955) Martín el náufrago (1959), la trilogía Ritos de paso (1980), Barrios cerrados (1987), y Los fuegos de abajo (1989).
El también nombrado Sir, escribió ensayos entre los que destacan Puertas ardientes y Un blanco móvil (1982). Apasionado por el mar y Premio Nobel de Literatura en 1983, falleció en Cornualles el 18 de junio de 1993 lugar en el que nació un 19 de septiembre de 1911. Dejó un borrador que fue publicado a título póstumo llamado La lengua oculta.
He aquí algunas frases que expresan el estilo literario de William Golding:
«¿Quién afilaría una punta para vencer la oscuridad del mundo?»«El mundo, aquel mundo comprensible y racional, se escapaba sin sentir»
«La gente nunca resulta ser del todo como uno cree que es»
«Se perdió en un laberinto de pensamientos que resultaban oscuros por no acertar a expresarlos con palabras»
«Advirtió que al fin se explicaba por qué era tan desalentadora aquella vida, en la que cada camino resultaba una improvisación y había que gastar la mayor parte del tiempo en vigilar cada paso que uno daba»
«Cualquiera de mis contemporáneos que no entienda que el hombre produce maldad, como una abeja produce miel, que debe estar ciego o mal de la cabeza»
«Hay que reivindicar el valor de la palabra, poderosa herramienta que puede cambiar nuestro mundo»
«La falta de sueño y el exceso de comprensión me vuelven un poco loco, creo, igual que ocurre a todos los hombres que viven en el mar demasiado cerca los unos de los otros y demasiado cerca, por ende, de todo lo que hay de monstruoso bajo el sol y la luna»
«Tienen que darse cuenta que el miedo no les puede hacer más daño que un sueño»
Seguir a @SimplesComillas
